La costumbre, apenas había algo de luz y se levantó. Un desayuno
de reyes, un yogur con cereales mientras se hacían las tostadas, queso blanco y
mermelada de frutos rojos, café con leche, juego de pomelo. Lo saboreo
lentamente, degustando cada bocado y
cada sorbo
Después de ordenar la cocina, quería conservar el estado que
la había dejado su hermana. En la mochila cargó el termo, yerba y mate
Armo la cama, se vistió con un jogging, busco la llave de la
cochera, para sacar la bicicleta. Tuvo que inflar las gomas y salió rumbo al
domingo en la ciudad
Llego al Paseo del boque, estaba más hermoso que nunca para
recibirla. En el banco frente al embarcadero, se preparó el mate. Quizás era lo
que menos extrañaba, en la cárcel la rueda de mate era frecuente, charlas
banales y que pasara el tiempo
Encendió un cigarrillo, su marca, encerrada fumaba
cualquiera. En ese momento pensó, debo dejar de comparar lo que pasaba allí, le
traía malos recuerdos y hasta le cansaba su propio pensamiento
La alejo de sus
pensamientos, un whatsapp de María, su
marido preparo un asado en la terraza aprovechando el día. De solo pensarlo se
le hizo agua la boca, respondió que ya volvía
Las nenas prepararon la mesa, al llegar Delia, le contaron
que era en su honor y era la primera
vez, le prometieron a la madre que lo iban a ayudarla en la cena, almorzaban en
el colegio de doble escolaridad
La carne estaba muy sabrosa, riquísimas ensaladas, brindaron con un Syrah, de postre helado. La charla rondo en
algo de política, los estudios, el tiempo, todo tranquilo
Cuando su cuñado se fue a la cancha ayudo a recoger todo,
ordenar la terraza, bajaron y lavo los platos. Abrazo a las tres y se fue a su
departamento.
Se estaba amigando con ella misma, lo que le permitía estar
en soledad.
Llego el lunes, el fin
de semana paso tan rápido, entro en angustia pensando en enfrentarse a su padrino. Perdió todo,
trabajo con estabilidad, algunos viajes que realizaba a Uruguay. Todo lo
ahorrado lo gasto en el abogado
Tendría que empezar de nuevo, encendió la computadora y se metió
en los avisos clasificados. No sería fácil
que la contrataran
Se arregló y salió a la calle, enfrentar a los compañeros, ya
había causado mucho daño a la familia. Humillada entro en la empresa
Su padrino la esperaba detrás de su escritorio, su cara
notaba la desilusión, quería correr a su
lado, llorar abrazado. Sabía que no
debía ni correspondía
Tito tomo la palabra, Delia estaba demasiado nerviosa para
entenderlo. Después de unos minutos se fue serenando, comenzó a respirar
tranquilamente y comprendió la propuesta
Quedaría en la empresa, en una función y con un sueldo mucho
menor, como empleada rasa, sin actividades en la gestión, firmaría un contrato a partir de la fecha por
tres meses, seria supervisada continuamente. Si cumplía lo pactado se le
renovaría el contrato por seis meses más, siempre bajo las mismas condiciones
Acepto, por lo cual
llamó a un empleado de personal que ya tenía preparado el contrato para
la firma
Delia firmo entre lágrimas y agradecimiento. Termino la reunión
Salió del edificio, en un macetero se sentó, llamo a su hermana, agradeciéndole, sabía que
ella había sido un eje importante en esta nueva oportunidad
Lapislazuli
Lapislazuli
Una nueva oportunidad, muchas veces es todo lo que necesitamos.
ResponderEliminarBesos dulces.
No es fácil empezar de nuevo, pero siempre es mejor iniciar ese camino poco a poco que no tener nada.
ResponderEliminarBesos
Una sensación encontrada, entre humillación y agradecimiento, un abrazo Lapislázuli!
ResponderEliminarUna buena historia, llena de esperanza. Al menos la protagonista de tu relato pudo valorar que existe aún gente buena.
ResponderEliminarMe gustó.
hola, hace tiempo te había perdido el rastro, me alegra leerte, un abrazo.
mariarosa