Le saca el broche
liberando su rubia cabellera
sobre su pecho desnudo
Desliza sus dedos en los rulos
acaricia las orejas
va besando su cuello
descendiendo en la espalda
Mientras aprieta sus senos
la gira para tenerla de frente
apoyan sus pubis
para tomarla apasionadamente
La humedad de ella lo recibe
acompañando sus movimientos
se estremece por primera vez
La eleva, la baja, la eleva...
uno, dos y un final compartido
Lapislazuli
Secuestraron la felicidad
Primero monosílabos
Hubo silencios
Una reja,
otra y
muchas mas
Imposiciones disfrazadas
No pidieron rescate
Lapislazuli
Hubo silencios
Una reja,
otra y
muchas mas
Imposiciones disfrazadas
No pidieron rescate
Lapislazuli
CONFESION 2/2
Volvió a llamar al
médico y le exigió que avalara que fue un aborto espontaneo y que él seguía el
embarazo, bajo amenaza de denunciarlo sin importarle que ella estaba involucrada
Esa misma tarde le
alcanzo los papeles, fue la última vez que
lo vio, supo que tomo un mes de
vacaciones y luego envió la renuncia, radicándose en otra provincia. Alguna vez
pensó en investigar si seguía con sus prácticas, pero resolvió dedicarse a su
hijo, dependía de ella, no podía abandonarlo
Muchas mentiras a su
madre, la que siempre supuso que lo
eran, pero termino aceptando sus dichos.
Por los estudios se
confirmó que era un embarazo de veintiuna semanas, había poca bibliografía de
sobrevida.
Un manojito de vida,
bien morocho, lleno de cables y tuberías, pero ponía fuerza.
Pasó varias
convulsiones, dos infecciones, fueron seis meses de una lucha intensa, cuando
peso 1,200grs paso a una sala de cuidados intermedios. Comenzó una tarea muy
ardua, lograr alimentarlo por vía digestiva, pero no se dejaron vencer ni el
niño ni la madre
A los nueves meses de
esa nefasta tarde, le dieron el alta. Exigía cuidados domiciliarios de
enfermería, estaba ella. Visitas al
pediatra, muchas veces a domicilio, estaban orgullosos de haberle salvado
la vida y no querían arriesgarlo al clima o contacto con otros niños enfermos.
Cada día era un nuevo
desafío, así pasaron cinco años. Debía contactarse con el exterior, lo anoto en
un jardín privado a dos cuadras de su casa. En el periodo de acostumbramiento
se quedaba en la puerta, volvían a la casa en sus brazos
En esa época comenzó a
asistir al hospital, al servicio de psicología donde yo estaba cursando mi
primer año de residencia. En el cuarto año fui jefe de residentes, su
asistencia era perfecta, su situación por momentos era de gran angustia, por lo
cual solicite consulta con el psiquiatra que indico medicación
Pasaron cinco
años, me había alejado del hospital y en
mi consultorio privado solicito un turno
Era una mujer madura,
en la que los años tatuaron arrugas profundas, no solo en su rostro sino también
en su interior. Me conto lo que fue pasando desde que deje de verla. Pero no
avanzábamos mucho. Fundó una organización de ayuda a madres solteras,
asesorándolas en su embarazo y aun a las que resolvían dar sus hijos en
adopción
Después de casi un año
de consulta, me relato su historia. Una vez que se liberó el gran secreto,
pudimos avanzar, se transformó en otra mujer, hasta cambio los colores de su
vestimenta
Pensaba que debía
hablar con su hijo, muchas dudas, si era
el momento y como reaccionaria, que preguntaría, no tenía respuesta a
tantos interrogantes.
Fue así, cuando ese
jovencito comenzó a ser mi paciente, era un niño alegre, amaba quien creía su
madre, buen estudiante, aunque un poco agresivo con sus maestras y compañeros
de la escuela
Lo primero que debía
saber que ella no era su madre biológica, se reunieron los tres, cuando recibió
la noticia perdió la sonrisa. Se le conto que su madre era una jovencita que no
lo podía cuidar, desconocía quien era su padre. Solicito permiso para salir al
jardín
Las dos quedamos solas por unos instantes, nos despedimos con la promesa que llamara a cualquier hora si
me necesitaba.
La semana siguiente
cancelaron el turno, aclarando que todo estaba tranquilo y aprovechando un
feriado próximo iban a ir de paseo a la costa, los dos.
La primera en regresar
a la consulta fue la mujer, comento que hablaron de la niñez, miraron fotos y
algún video.
Era necesario darle tiempo para recibir más noticias. Fue
lento el proceso para dar el siguiente paso. Cuando estuvo preparado, nos reunimos nuevamente los tres y
hablamos. El jovencito expreso que algo presentía, había escuchado comentarios
de los mayores, que en ese momento no entendió y que ahora lo dejaban claro
Recordé a la madre,
cuando me conto su historia, él también se sacó un peso de encima.
Los siguientes, para
ambos, fueron años de muchas charlas, incluso participaba en una que otra de
las reuniones de la organización de su
madre, nunca contaron el origen
Hoy, hace cinco años
que ella falleció y me había pedido contar su historia en este momento. Que
hago, con autorización de su hijo.
FIN de una historia real
Lapisazuli
LA CONFESION 1/2
Hacía años que era
auxiliar de enfermería, las guardias y los reemplazos de feriados y vacaciones
le permitió estudiar de Partera, ahora le dicen Obstetra
Se anotó en varias
clinas privadas, fue larga la espera,
una mañana recibió la llamada de la Clínica de Mujer, trabajar desde el sábado a las 20 al domingo a
las 20 horas
Por fin en lo suyo, el sueldo era bueno, el fin de
semana entero ocupado, pero no
importaba, su madre ya no podía encargarse de la casa, necesitaba contratar
alguna persona que la ayudara
Después de varios meses, una noche tranquila,
el médico con quien compartía
la guardia le ofreció ayudarlo en sus
prácticas privadas, luego de
varias idas y vueltas le aclaro que eran abortos
No estaba preparada para responder a algo ilegal, le dijo que lo pensara y hablarían
la próxima semana o si decidía antes,
por si o por no, que lo llamara
Se tomó la semana y el
siguiente sábado, cuando le pidió la
respuesta, acepto
Le dio toda la
información que quería, era en su consultorio, tenía una habitación
equipada, era asistido por un
anestesista, dependía de muchas cosas, no más de una vez a la semana o cada
quince días. El pago era en el momento, en efectivo y la cantidad era
importante
No había estudiado
para ello, casi desde el primer día de los años de cursada, se habló de la
ilegalidad del aborto, del perfil de la partera, como ayudar a las mujeres a
evitar el paso por una situación tan traumática. Tomo la decisión en contra de
sus propias creencias, podía excusarse en su pensamiento, con las necesidades de su madre, pero no era el
momento
La primera vez, estuvo
a punto de desmayarse pero llego al final con todo profesionalismo
Las siguientes, no por
conocer el procedimiento, eran más fáciles. Se autocriticaba, era un tema que
no podía hablar con nadie
Un lunes bien temprano
el médico la llamó por teléfono, tenía que hacer una práctica como lo llamaba, en una localidad distante 100km, la llevaría y
la traería de vuelta y el pago era el doble de lo habitual, pero necesitaba una
respuesta en ese momentos, porque era al día siguiente. Volvió a aceptar
Llegaron a un barrio
residencial, toco el portero, se dio a conocer y apareció en la puerta una
mujer con un vestido negro, delantal,
medias y zapatos blancos, supuso que era la mucama, cosa que confirmo
posteriormente
Los hicieron pasar a
un dormitorio, en la cama una joven que no tendría más de 16 años, cuando le
quito las mantas que la cubrían, vio un
vientre prominente, señal de un embarazo avanzado. Ya estaba allí, lo peor fue
darse cuenta que había sido engañada
Fue una cirugía muy
sangrienta, cuando terminaron, recogió el instrumental y los restos, envolvió
todo en unos paños y lo coloco en una canasta, no podían eliminar nada allí
Se quitó al camisolín,
se lavó las manos, la hicieron pasar a una habitación contigua donde la mucama
le pregunto si quería tomar algo, pidió agua, bebió varios vasos
El viaje de regreso
fue en completo silencio, la dejo en la puerta de su casa.
Coloco la canasta
sobre una mesa, por suerte su madre había ido a una reunión de amigas. Estaba
sola, debía limpiar todo
Al sacar el envoltorio
noto que el feto respiraba, tomo unas gasas y agua estériles y le limpio la boca
y la nariz. Llamo al médico, le ordeno ocúpese de descartar todo
No podía cumplir con lo pedido ni esperar, lo puso en
su auto, fue el hospital de Niños y lo ingreso como propio. La urgencia hizo
que no se hicieran preguntas. Fue internado un una unidad de cuidados intensivos,
pasaron las primeras doce horas y vivía
Continuara
Lapislazuli
No era
Creí era la felicidad
La acaricie,
Sentí su calor,
Tierna, sedosa.
Verde de esperanza,
Dorada del sol.
Olía a flores silvestres
Tan bella, tan real.
Las yemas de mis dedos
La dibujaron una y otra vez.
Estire los brazos
Buscando contenerla
Se desveneció
Entre mis manos
Como una utopía
Lapislazuli
La acaricie,
Sentí su calor,
Tierna, sedosa.
Verde de esperanza,
Dorada del sol.
Olía a flores silvestres
Tan bella, tan real.
Las yemas de mis dedos
La dibujaron una y otra vez.
Estire los brazos
Buscando contenerla
Se desveneció
Entre mis manos
Como una utopía
Lapislazuli
El hombre de la Revolucion
El tiempo le trajo canas.
arrugas surcan su rostro
Momentos de tristeza
y un "touch" de desilusión.
Sus ojos todavía brillan
al relatar aquellos días,
los días de gloria.
Brotan torbellinos de recuerdos
que ha contado una y mil veces
a sus hijos y nietos,
en tardes calurosas del caribe,
con caritas entre asombro y admiración
Hoy, tras la barra de un bar,
lo escucha algún turista trasnochado.
El Che y Camilo, sus héroes se han ido,
los hermanos se ha acercado
al histórico enemigo,
pero nada ha cambiado
Lapislazuli
(Junio 2016)
arrugas surcan su rostro
Momentos de tristeza
y un "touch" de desilusión.
Sus ojos todavía brillan
al relatar aquellos días,
los días de gloria.
Brotan torbellinos de recuerdos
que ha contado una y mil veces
a sus hijos y nietos,
en tardes calurosas del caribe,
con caritas entre asombro y admiración
Hoy, tras la barra de un bar,
lo escucha algún turista trasnochado.
El Che y Camilo, sus héroes se han ido,
los hermanos se ha acercado
al histórico enemigo,
pero nada ha cambiado
Lapislazuli
(Junio 2016)
Silencio total
Transitando el camino
hacia el espacio final
En un tiempo desconocido
Segundos.....años
sin poder cicatrizar
las dudas y el dolor
Sin eco de alegrías
Ni la sonrisa del niño
que ya no era
Esa canción que se olvido
Hasta la guitarra
perdió la melodía
Sin nada que decir
Lapislazuli
Confesiones
Me duele quererte
No poder abrazarte
Hasta decir tu nombre
Me duele la ausencia
Necesitar tus palabras
Añoro besos, caricias
Me duele saber
Que nunca más te tendré
Y se hace insoportable
Me duele la carne, el alma
Solo quiero dormir
Y buscarte en mis sueños
Lapislazuli
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