Después de dar cientos de vueltas en la cama, decidió levantarse. Miro el reloj del
microondas, eran apenas las 2,30. La
ropa estaba lista, la noche anterior se había probado una pollera, pero hacia
frio, opto por un jean, le quito el cinturón, remera, un sweater, la campera gruesa y botas forradas
Dio una última revisión a la canasta, huevos y tomates rellenos, presas de pollo, fruta fresca, pan, platos y cubiertos descartables
y servilletas de papel, todo tapado con un mantelito a cuadros azul y blanco. En la
heladera, dos botellas de gaseosa de
medio litro, dada la temperatura exterior llegarían frías.
Se preparó un café y tostadas. La comida no le pasaba, estaba
demasiado inquieta para comer
Leyó los títulos de los diarios en la computadora. Volvió a mirar
el reloj, las 4. Faltaban más de dos
horas para que amaneciera
Se dio una ducha, ordeno el baño y el dormitorio, cuando se
reflejó en el espejo, se le dibujo una sonrisa, hacía tiempo que no tenía tanto
orden en el departamento.
Se vistió lentamente, algo de maquillaje suave, a Antonio no
le gustaba cuando exageraba.
Ya era hora, había pedido un taxi con el que iría hasta la
terminal y allí el ómnibus
Espero en el palier, mientras se fumaba un cigarrillo, hacía
tiempo había dejado de fumar, pero los últimos días volvió a comprar, siempre
hay excusas. Abrió el ventiluz que daba a la cochera, para que no presentaran
quejas del olor
Le dio los buenos días al conductor, indico
la dirección, llevaba la radio encendida con música
En pocos minutos llegaron a destino, pagó, con cuidado bajo
la canasta como un tesoro valioso
Por suerte se había abrigado, pensó, mientras caminaba por
los andenes buscando el 15, ya había
fila, igual calculo bien,
viajaría sentada.
Se ubicó en la cuarta fila, en el asiento del pasillo, puso sobre su falda la canasta y la cartera. Mientras observaba
los otros pasajeros, algunas caras
conocidas. La mayoría mujeres de mediana edad, y hombres mayores, sus caras
cambiaban al subir al transporte que
tenía encendida la calefacción
En el trayecto hubo
paradas para el ascenso de más personas, que tuvieron que ir paradas. Solo en
la ruta 36 descendieron algunos, nadie ocupó los asientos, si su destino era el
de ella, faltaba muy poco
Tal cual lo supuso,
descendieron todos. Llovía, una helada lluvia unida al intenso frio.
Varios se refugiaron en el toldo de un comercio, otros que lo habían
previsto, comenzaron a caminar bajo sus
paraguas.
Los autos de alquiler de la zona comenzaron a llegar. Delia, previo a consultar el
costo, invito a tres señoras a compartir
el viaje, aclarando que pagaría ella
La fila de visitantes superaba los cien metros, recién en
media hora comenzaría el ingreso, no había posibilidad de evitar mojarse. Cada
uno uso lo medios que disponía, bolsas
de nylon, pañuelos, repasadores
Los custodios, en un acto de buena voluntad, los dejaron
pasar la primera puerta, que permitía guarecerse bajo un techo de chapa bastante deteriorado, hasta que
llegaron los que solicitaban las tarjetas de visita
Las mujeres por la
derecha y los hombres por la izquierda, donde se efectuaba la requisa
individual. Revisaban minuciosamente los alimentos, incluso los pinchaban con
alambres del tamaño de las agujas de tejer. Posteriormente cada mujer entraba a
un cuarto con dos guardias, ese día eran mujeres, aunque estaban acostumbradas
a todo.
Por medio de equipos electrónicos, detector de metales, paletas y/o rayos X, las
inspeccionaron. Una de las señoras que acompaño a Delia en el taxi, llevaba un certificado de poseer
un marcapaso, le pidió que entrara con ella como testigo para la requisa manual. Tuvo que desvestirse, quedando en ropa interior, escanearon la ropa,
le pidieron que se ponga de espaldas y se baje la bombacha
Nunca lo había visto, quedo impresionada, la señora le
comento, que estaba acostumbrada
su hijo hacía tres años que estaba preso.
Lapislazuli
Lapislazuli
RECUPERADOS DEL CORREO
ResponderEliminarNORMA dijo Supongo que la narración está dividida en 10 partes. Aquí has presentado a los personajes y nos queda la curiosidad de ¿cómo seguirá la historia?...
Besos y a esperar...
DULCE Asoma como una buena historia, supongo continua.
Besos dulce
NIEVES MARTIN Un buen comienzo... esperando la continuación
Besitos ;)
MARIA CRISTINA Una historia triste por lo que se vislumbra, un abrazo Lapislázuli!
DEMIAN Una buena historia, seguiremos a ver como sigue..