UNA HISTORIA DE VIDA. 2DA PARTE 2/5

Una tarde de otoño en  Meridiano V había un festival de bandas de jazz, muy buenas, una joven espectadora entablo una conversación. Cuando finalizó  caminaron juntos hacia la salida, Antonio con gran nerviosismo la invito a tomar un café. Charlaron muchos de música, bandas favoritas, pero nada personal
Se despidieron no sin antes darse los nombres e intercambiarse los teléfonos,  ella se llama  Sabrina,   vivía a una cuadra del bar, cosa que alegro mucho al hombre,   no debía ofrecerse a llevarla
En la semana siguiente Sabrina lo llamo dos veces, una corta comunicación, como estaba, si había escuchado un programa radial que le recomendó y la despedida
El viernes  Antonio junto coraje, la llamo y le propuso encontrase,  acepto enseguida.
Esa noche Antonio no durmió, sabía que tenía que explicarle su situación judicial, si algo podía nacer entre ellos debía ser con la verdad.
La cita fue en el lugar donde  se conocieron, se sentaron frente a las vías abandonadas de FFCC provincial. Ella le conto que vivía con sus padres, que trabajaba de cajera en un supermercado chino y que participaba del grupo de teatro comunitario que se llama Okupas del Anden
Antonio sabía que llegaba su momento, lo dilato lo más que pudo, comenzó con su trabajo, lugar donde vivía y finalmente, sin mirarla, le contó su pasado en la cárcel.
Fue algo inesperado para Sabrina, en el primer momento tuvo intención de salir corriendo, pero frente a la sinceridad o tal vez por algo de piedad, no se fue.  Luego hubo alguna confidencia sentimental, hasta que se despidieron
Antonio espero un tiempo antes de subirse a su moto, estaba convencido que nunca más la vería. Volvió a la rutina, su trabajo, los paseos domingueros, alguna que otra actividad organizada por la Municipalidad, alguna charla con otros asistentes, cuando la misma se inclinaba a lo personal, con educación se alejaba
Una tarde, para su sorpresa,  recibió un mensaje de Sabrina, que agradeció, fue sumamente escueto
Un par de días después otro mensaje, esta vez proponiéndole encontrase. Fue un lindo encuentro, caminaron mucho, charlaron  sin tocar el tema de la cárcel, compartieron una pizza, en la despedida quedaron en que volverían a encontrarse, ella dijo: “yo te llamo”
En su cama, mirando el techo, el “yo te llamo” le parecía una sentencia, un adiós. No fue así, dos días después le mensajeo: “el sábado hay una obra, mi papel es mínimo, queres venir?”
La llamo para coordinar lugar y hora, lo que  era un Si.
Antonio no recordaba la última vez que había ido al teatro, pero  algo como los Okupas del Anden estaba seguro que jamás lo vio,  si bien tenía un tema principal, eran grupos que iban desarrollando diferentes escenas. La acción transcurría a principios del siglo pasado, exactamente 1912, cuando se inauguraba la estación y en el tren llegaba el gobernador. Un grupo eran los invitados a la fiesta, otro de los empleados y un tercero de los vecinos
Sabrina integraba el grupo de los vecinos. Cuando termino se acercó acompañada de dos personas mayores, que habían participado, se los presento, eran sus padres. Después de una breve charla, los padres saludaron y los dejaron solos.

Lapislazuli


3 comentarios:

  1. Tal parece que Antonio logrará también encausar su vida.

    Un beso dulce y dulce fin de semana.

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  2. Antonio también está reconstruyendo su vida, un abrazo Lapislázuli!

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  3. A ESTA HISTORIA SI LE VOY A SEGUIR EL HILO.
    ABRAZOS

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