UNA HISTORIA DE VIDA 3/10

La trasladaron a la Comisaría  1ª., la esposaron a un banco, mientras el oficial de guardia le daba el ingreso.
De alli a un cuarto donde dos femeninas le hicieron quitar la ropa, la revisaron, en ese momento golpearon la puerta, era el médico, le pidieron que esperara mientras volvía a vestirse
El medico era un hombre mayor, llevaba un par de anteojos montado en el medio de la nariz, que los calzo cuando comenzó a escribir
Le preguntó si fue detenida con violencia, si tenía golpes o heridas del momento o anteriores, si padecía alguna enfermedad y si tomaba  medicación. Todas sus respuestas fueron negativas. Le tomo la presión y la temperatura, anoto todo en una planilla y se retiró dando las buenas tardes
Nuevamente la esposaron al banco, donde estuve más de una hora, hasta ser trasladada a los tribunales  para declarar ante el juez
Como le había aconsejado su abogado, se negó a declarar. De allí  a la Comisaria de la Mujer en la zona de la Estación del FCC, donde fue revisada por medio de paletas detectoras de metales y trasladada a una celda, donde ya había otra detenida
Esa noche fue terrible, su compañera que dijo llamarse Celia, trataba de consolarla cuando comenzó a llorar,  habían pasado una par de horas cuando se durmió
Apenas amaneció les llevaron desayuno consistente en una taza de algo que parecía ser café con leche y unas galletitas. Delia tenía el estómago cerrado, su compañera hizo los honores a los dos desayunos.
La sacaron de la celda para ir a los sanitarios, y arreglarse para recibir a su abogado
El baño era un cuartucho de 2x 2 con azulejos o algo que habían sido, de color verde, inodoro, lavabo y un espejo casi negro de humedad. Milagros no podía hacer, se higienizo y peino con los elementos  que le presto Celia.
Se había entrevistado varias veces con el abogado, el tema era la causa contra Antonio,  esta vez su propia causa. Le recordó que Antonio se declaró como único culpable, pero al fiscal le llegaron  unas filmaciones, en la que los dos realizaban compras en un comercio de electrodomésticos.
Si, ella recordaba la ocasión, fue a los pocos meses de conocerse, cuando  resolvieron vivir juntos, desconocía que las tarjetas con que realizó los pagos no eran propias. Eran muchas las cosas que antes ignoraba. Cuando fue detenido tuvieron largas charlas, con muchas explicaciones y muchos cabos sueltos. Fue en ese momento que resolvió seguir a su lado
Hablo con el abogado de lo que podían encontrar en la computadora, estaba bastante segura  que no había nada, tenía clave de ingreso que nunca la compartió. Se la entregaron en su trabajo y solo después que la policía incautó la que usaban los dos, comenzó a dejarla en su casa para estar comunicada, todo con autorización de la empresa donde trabajaba
Los tiempos posteriores  fueron difíciles, su padrino era uno de los mayores accionistas y logro que no la despidieran,  no sabía que pasaría ahora,  debía concentrarse en su libertad y como  quedar libre de culpa y cargo.
Coordinaron para declarar en cuanto el juez la cite, ya se retiraba, cuando recordó avisarle que la hermana le había entregado un bolso con artículos de primera necesidad, que una vez revisados se los entregarían
Los días eran interminables, leyó 3 libros que tenía demorados por años, miraban algo de TV y algunas charlas con profesionales de la comisaria
El lunes a las seis de la mañana la trasladaron a tribunales, espero horas hasta ser llamada a declarar, firmo la misma en un todo de acuerdo. Quedaba detenida en el penal de Los Hornos
Volvió a llorar como la primera noche
Era un penal de los viejos de la ciudad, bastante  conservado. Fue derivada a la zona atenuada,  las internas la recibieron con miles de preguntas, no sobre  porque estaba allí, sino sobre el exterior.
Era muy diferente a la comisaría, había actividades varias, podían completar sus estudios que no era su caso, clases de actividades manuales y cocina. Su hermana la visito un par de veces, el abogado también, en una de ellas le pregunto si quería continuar con el tema de las visitas higiénicas, ante su aceptación le dejaría en la secretaria las ordenes para actualizar los estudios médicos y de laboratorio
Como en los anteriores, fue declarada apta y Antonio también
A las seis  de la mañana estaba lista, cuando la llamaron, debía pasar la inspección antes de la salida, la hicieron desnudar, en ese momento recordó a aquella señora de la que había sido testigo en Olmos. Le entregaron preservativos, fue esposada y subida al transporte de detenidos con otras internas que eran trasladas a distintos juzgados
Eran las nueve cuando llegaron al penal, fue revisada con paleta electrónica y acompañada a un edificio distante  unos 500 metros del pabellón de las visitas
Mientras un oficial abría el candado de la pequeña puerta, la  que vino con ella todo el trayecto le quitaba las esposas
Eran solo tres pasos, no podía caminar, dolores intensos desde cada una de las células del cuerpo, en su cerebro daban miles de vueltas todo lo vivido, una película en 3D en segundos. La oficial, con experiencia, la tomo suavemente del brazo y la guió hasta pasar la puerta

Quedo parada inmóvil, en tanto cerraron la puerta y volvieron a colocar el candado

Lapislazuli

4 comentarios:

  1. Por aquí paso a seguir la historia...

    Besitos :)

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  2. Vaya historia dura y con un final incierto.
    Besos

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  3. Qué texto !
    Le he leído varias veces Transmites angustia y tristeza con tu historia y mantienes el interés en toda la secuencia sin decaer
    Felicitaciones
    Besotesssssssssssssss

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  4. Se inició un duro camino en este relato, por suerte no hay niños de por medio, parece, un abrazo Lapislázuli!

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