Don José había llegado al país, escapado por haber embarazado a la hija de un Coronel del Ejército Real, luego de estabilizarse regresó a buscar a su enamorada y juntos se embarcaron hacia el nuevo mundo
Recorrió el norte del país, desarrollando su actividad artesanal y sembrando provincias con sus ocho hijos. Dos en Salta, uno en Catamarca (donde contraen matrimonio), dos en Santiago del Estero, dos en Córdoba y el ultimo en Tres Arroyos (provincia de Buenos Aires)
Había ahorrado bastante dinero, cansado del trabajo manual y la necesidad de escuelas para sus hijos, se instala en la joven ciudad de La Plata, donde compra dos cines, a los que bautiza: uno América, el continente que le había permitido criar sus hijos con la mujer que había deshonrado en su España natal y el otro Güemes en honor al gaucho Juan Martin.
En esa época las películas se armaban por partes, lo cual le permitía exhibir la misma en los dos, distantes unas pocas cuadras entre ellos. El segundo de los hijos de José, era quien transportaba los rollos
Los cines estaban diferenciados por sexo, los de mujeres, como el Princesa y de varones, como los mencionados. Estos últimos no tenían butacas, sino sillas que se distribuían según la oportunidad lo demandaba, y a los espectadores se le repartían sándwiches de mortadela o salame y un vaso de jugo. No había derecho de admisión, por lo cual en ocasiones se armaban peleas, hasta con cuchillos, debiendo intervenir la policía montada que ingresaba a caballo, para lograr restablecer el orden y detener a los cuchilleros
Lapislazuli
(Mi papa era descendiente de don Jose)
Esta Argentina que un día me recibió (Dic.2005) es el paraíso de los inmigrantes. ¡Voto porque nos cuentes más! Qué fascinante cúmulo de anécdotas has de tener en tu memoria familiar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que ser descendiente de don José es una de las mejores herencias que un antepasado puede dejar...
ResponderEliminarUn abrazo.
Que linda historia!!!
ResponderEliminarY tantas que hay por ahi, lastima que se pierden...
Un beso.
Estas historias son de las mejores. Muestran y comparten las cosas que verdaderamente importan. Un abrazo. :)
ResponderEliminarEntrañable tu historia, un lujo por lo que leo ser descendiente de Don José. ¿Para cuándo más?
ResponderEliminarUn abrazo
A mi mi padre me ha contado cosas muy parecidas , como mis abuelos habían estado en Argentina y Cuba, me hablaban de casos así y de indianos que fueron pobres y luego volvían a España a dejar su benéfica impronta.
ResponderEliminarHermosa historia y hermoso linaje corre por tus venas.
Un beso
Una crónica de la que sin duda hemos aprendido mucho, querida Lapislázuli. Aquellos eran otros tiempos y por lo que se ve, tus antepasados eran gentes emprendedoras.
ResponderEliminarUn besito y muy feliz fin de semana.
Genuino relato de un tiempo mucho más natural que el actual, aunque tuviese las "riñas" con que termina el cuento.
ResponderEliminarSaludos para vos
Buena anécdota de tus antepasados, a quien no le gusta escuchar historias del pasado..de los abuelos de nuestros padres ó de los abuelos de nuestros abuelos. ufff.. hasta nos sentamos en ruedita para escuchar y pareciera que estamos viendo una pelicula, todos nos parece super interesante.
ResponderEliminarBuen fín de semana Lapislazuli
Besos.
Bonita historia!! Hay tantas así que es bonito recordarlas y plasmarlas....
ResponderEliminarUn besooo
Supongo que tu papá no será tan picaflor como Don José!...jejej!
ResponderEliminarLinda historia y real. Yo recuerdo a los muchachos en moto que llevaban los rollos de películas de un cine a otro.
Beso
http://norma2-siempreesprimavera-norma2.blogspot.com
Hola Lapislazuli!! Que linda historia. Mi padre me contaba que repartían sándwiches de mortadela y se armaban a veces peleas.
ResponderEliminarUn beso grande
Debes estar orgullosa de tu abuelo...se abrió camino ante la adversidad...
ResponderEliminarY es que el amor puede con todo, hasta con el cambio de continente...
Y le dió tiempo de hacer muchas cosas a Don José, hoy seria un gran emprendedor...
Besitos mediterráneos.
Había más acción entre el público que en la propia película.
ResponderEliminarBesos.
Me encantan estas historias de familia. Conocer las raíces de uno está muy bien. Luchador tu abuelo. No hay cosa mejor en esta vida que luchar por lo que realmente queremos. Un bessito
ResponderEliminarMaravilloso, y además, hermoso que alguien te transmita esos sucesos.
ResponderEliminarJoder que cine más cojonudo,en España necesitamos de estas salas,mucho mejor que las películas en 3-D,terminar de ver la película es todo un reto para el espectador pero merece la pena repetir.Un beso Lapislázuli.
ResponderEliminarQue bonito el recuerdo, eso es lo que nos mantiene vivos...historias que se cuentan y van de padres a hijos.
ResponderEliminarUn abrazo cielo.
No hay nada como una buena historia familiar.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Cambio tantisima la vida que ho9y el televion, ordenador y calle, no hay di8alo ninguno. Besos
ResponderEliminarQué entrañable oír estas historias... Me ha encantado. Feliz fin de semana.
ResponderEliminarDespues de leer vuestros comentarios, me dio ganas de seguir contando, ya vendran, Respecto a papa era lo opuesto a don Jose (por lo menos hasta donde yo supe), sera que paso una generacion entre ellos. Gracias a todos por acompañarme con mis ancestros, la otra rama era italiana. En mi caso estoy incluida en lo que ha dado en llamar "hijos de los barcos" . Un abrazo
ResponderEliminarViste cómo disfrutan los lectores con estas historias familiares, Lapislazuli? casi tanto como nosotros al narrarlas. Creo que leyeron mucha ficción y quiere saber de la verdadera historia de cada uno, porque además se identifica con las propias. Un abrazote.
ResponderEliminarGracias Lapislazuli por narrarnos tan lindas anécdotas de tus antepasados, que lo remontan a uno a épocas a veces difíciles llenas de sacrificio y trabajo pero que sentaron bases para engrandecer nuestros respectivos países.
ResponderEliminarEspero que nos sigas narrarnos la continuación pues me ha gustado mucho.
Me gustan mucho los relatos que nos contaban nuestros abuelos.
Saludos y abrazos.
Lapislazuli: Muchas felicidades por el merecido premio que te ha otorgado Nicole.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Abrazos.
gracias miles por concedernos el privilegio de ser testigos de tan bella y profunda historia atesorada en tu recuerdo sin caer en el olvido siendo magna herencia para tus descendientes, muchos besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz fin de semana.
ResponderEliminarHola, no sabes cuánto me ha gustado y emocionado
ResponderEliminaresta entrada tuya tan hermosa.
Mi suegro que en paz descanse fue proyector de cine toda su vida.De los de antes, un poco posterior a Don José, trabajaba en cines históricos de la ciudad de Valencia (España), cines que ya no existen fagotizados por las grandes multisalas.Recorría andando grandes distancias, trabajaba encorvado en una cabina que era más una cueva dejándose los ojos en cortar y enlazar los enormes rollos de película.Trabajaba todos los festivos por una miseria.Y amaba el cine, como lo amo yo.Tenía unas libretas dónde había apuntado cada título y fecha de las innumerables peliculas que había proyectado en su vida.
La del cartel que ilustra tu magnífica entrada, Cinema Paradiso, era su película preferida.
Un beso, gracias por esta entrada que me ha llegado al corazón, creo que esto nos convierte en una suerte de parientes muy, muy lejanos.
Aparte de lo interesante del relato, y de la evocación de tu abuelo, no sé por qué asociación de ideas he tenido la sensación de estar ante un capítulo de García Márquez, o de Mario Vargas Llosa.
ResponderEliminarEn cuanto a 'Cinema Paradiso', qué decir de tan fantástica película.
Muy emotivo todo, Lapislázuli, piedra azul azul azul...
Gracias por lo que me dices, me lo quedo guardado muy a dentro
ResponderEliminarArgentina, es casi casi mi segundo hogar, sin nunca haberla pisado,tenía familia, pero hace años supimos que junto a otros vecinos de mi familia, fue echada al mar.
Me alegra conocer a tu familia, y esa Argentina con sabor tan especial.
con ternura
Sor.Cecilia
En la distancia con España aquí también hay historias que embellecen cuando las cuenta el padre o el abuelo, sí parece un capítulo de un libro con tu palabra de protagonista.
ResponderEliminarGracias por esta transmisión y reencuentro con el pasado.
Un abrazo
Me he quedado con ganas de saber más!
ResponderEliminarBuen finde, besos!
Lo de los cines separados por sexo no lo llegué a conocer, pero en mi pequeña ciudad natal, sieno muy niño, recuerdo ver pasar la bicicleta del chico que llevaba los rollos de película de un cine a otro, a toda carrera. A veces tenías que esperar por él para comenzar la segunda parte ¡Y se armaba una algarabía! Gracias por los recuerdos
ResponderEliminarBesos
Cuantos inmigrantes como José han llegado cargados de ilusiones. Te sigo.
ResponderEliminarmariarosa