UNA HISTORIA DE VIDA 1/10

Después de dar cientos de vueltas en la cama, decidió  levantarse. Miro el reloj del microondas,  eran apenas las 2,30. La ropa estaba lista, la noche anterior se había probado una pollera, pero hacia frio, opto por un jean, le quito el cinturón, remera, un sweater,  la campera gruesa  y botas forradas
Dio una última revisión a la canasta,  huevos y tomates rellenos,  presas de pollo,  fruta fresca, pan, platos y cubiertos descartables y servilletas de papel, todo tapado con  un mantelito a cuadros azul y blanco. En la heladera, dos  botellas de gaseosa de medio litro, dada la temperatura exterior llegarían frías.
Se preparó un café y tostadas. La comida no le pasaba, estaba demasiado inquieta para comer
 Leyó los títulos de  los diarios en la computadora. Volvió a mirar el reloj, las 4. Faltaban más de  dos horas para que amaneciera
Se dio una ducha, ordeno el baño y el dormitorio, cuando se reflejó en el espejo, se le dibujo una sonrisa, hacía tiempo que no tenía tanto orden en el departamento.
Se vistió lentamente, algo de maquillaje suave, a Antonio no le gustaba cuando exageraba.
Ya era hora, había pedido un taxi con el que iría hasta la terminal y allí el ómnibus
Espero en el palier, mientras se fumaba un cigarrillo, hacía tiempo había dejado de fumar, pero los últimos días volvió a comprar, siempre hay excusas. Abrió el ventiluz que daba a la cochera, para que no presentaran quejas del olor
Le dio los buenos días  al conductor,   indico la dirección, llevaba la radio encendida con música
En pocos minutos llegaron a destino, pagó, con cuidado bajo la canasta como  un tesoro valioso
Por suerte se había abrigado, pensó, mientras caminaba por los andenes buscando el 15, ya había  fila, igual  calculo bien, viajaría sentada.
Se ubicó en la cuarta fila, en el  asiento del pasillo, puso sobre su falda  la canasta y la cartera. Mientras observaba los otros pasajeros, algunas  caras conocidas. La mayoría mujeres de mediana edad, y hombres mayores, sus caras cambiaban al subir al transporte que  tenía encendida la calefacción
En el trayecto  hubo paradas para el ascenso de más personas, que tuvieron que ir paradas. Solo en la ruta 36 descendieron algunos, nadie ocupó los asientos, si su destino era el de ella, faltaba muy poco
Tal cual lo supuso,  descendieron todos. Llovía, una helada lluvia unida al intenso frio. Varios se refugiaron en el toldo de un comercio, otros que lo habían previsto,  comenzaron a caminar bajo sus paraguas.
Los autos de alquiler de la zona comenzaron a  llegar. Delia, previo a consultar el costo,  invito a tres señoras a compartir el viaje, aclarando que pagaría ella
La fila de visitantes superaba los cien metros, recién en media hora comenzaría el ingreso, no había posibilidad de evitar mojarse. Cada uno uso lo medios que  disponía, bolsas de nylon, pañuelos, repasadores
Los custodios, en un acto de buena voluntad, los dejaron pasar la primera puerta, que permitía guarecerse bajo un techo  de chapa bastante deteriorado, hasta que llegaron los que solicitaban las tarjetas de visita
Las mujeres  por la derecha y los hombres por la izquierda, donde se efectuaba la requisa individual. Revisaban minuciosamente los alimentos, incluso los pinchaban con alambres del tamaño de las agujas de tejer. Posteriormente cada mujer entraba a un cuarto con dos guardias, ese día eran mujeres, aunque estaban acostumbradas a todo.
Por medio de equipos electrónicos,  detector de metales, paletas y/o rayos X, las inspeccionaron. Una de las señoras que acompaño a Delia  en el taxi, llevaba un certificado de poseer un marcapaso, le pidió que entrara con ella como testigo para  la requisa  manual. Tuvo que desvestirse,  quedando en ropa interior, escanearon la ropa, le pidieron que se ponga de espaldas y se baje la bombacha

Nunca lo había visto, quedo impresionada, la señora le comento,  que estaba  acostumbrada  su hijo hacía tres años que estaba  preso.

Lapislazuli

1 comentario:

  1. RECUPERADOS DEL CORREO

    NORMA dijo Supongo que la narración está dividida en 10 partes. Aquí has presentado a los personajes y nos queda la curiosidad de ¿cómo seguirá la historia?...
    Besos y a esperar...

    DULCE Asoma como una buena historia, supongo continua.
    Besos dulce

    NIEVES MARTIN Un buen comienzo... esperando la continuación
    Besitos ;)

    MARIA CRISTINA Una historia triste por lo que se vislumbra, un abrazo Lapislázuli!

    DEMIAN Una buena historia, seguiremos a ver como sigue..

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