EN LA RUTA (8)





En la mañana lo primero que hizo fue llamar al abogado para retirar sus pertenencias Quedaron en encontrarse a las 10 hs. Después se comunico con su compañera del secundario que tenia una agencia de viajes, con la que había hablado entes, le pidió buscar un pasaje para fines de la próxima semana, con  regreso abierto. Le pregunto uno solo, frente a su afirmación no realizo ningún comentario
Necesitaba  un par de joggins  recomendados para la comodidad en el tratamiento, no eran prendas que usaba habitualmente. 
Paso por una casa de deportes para realizar las compras, agregando medias y una campara abrigada que le gusto y que le seria de utilidad por el clima.
Cuando llego a la casa, lo esperaban el abogado y un asistente. Entraron, su ropa estaba embalada, un par de bolsas con los pocos libros que todavía no había llevado a la oficina y dos cajas con herramientas. Esos preparativos lo hicieron pensar que estaba todo  decidido antes de su viaje para entregar el auto, no valía la pena tratar de entender lo que ya estaba terminado. 
Le entregaron copia de todas las actuaciones, solo  pregunto por las visitas a sus hijos. Le informaron que hasta su viaje podía verlos todas las veces que quisiera, previo comunicarse con los abuelos, que por el tiempo que fuera necesario se mudaran a la casa y  seria en horarios que lo interfirieran las actividades de los niños. A su regreso se reunirían y las establecerían un  calendario fijo 
El auto estaba muy cargado, volvió a su casa, bajo todo y se fue a comprar comestibles, retomaría  su dieta donde predominaban los vegetales y frutas,  pollo, huevos y algo de  queso 
De regreso, se alegro, estaba su ayudante, un joven estudiante avanzado de la carrera, que por las tardes trabajaban juntos y que acompañaría al colega que dejaba sus clientes. Primero entraron todo y luego se sentaron a conversar donde le explico que viviría allí, tendrían que hacer algunos cambios en la distribución de la casa, pero eso seria a su regreso, le comento el adelanto de su viaje y que le sacaría una tarjeta azul para usar el auto mientras no estuviera. 
Mientras almorzaba, el joven  ya lo había hecho, acomodo los libros  en la biblioteca vacía que habían construido ellos mismos. 
Revisaron juntos el fichero, le dio todas las indicaciones necesarias, finalmente compartieron un café y se despidieron. 
Cuando se quedo solo, reviso la alacena de la cocina para ver con que vajilla contaba, anoto lo que le falta y se puso a revisar la ropa que trajo de su casa, toda en condiciones. Luego las valijas del viaje, embolso la ropa sucia y fue al lavadero de la  esquina de su casa. 
Lo llamaron de la agencia de viajes, con un par de opciones y eligió el viernes siguiente a las 6,30 hs, paso los datos de su tarjeta de crédito, le enviarían por mail la reserva. 

CONTINUARA
Lapislazuli




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